Condeno enérgicamente y manifiesto mi indignación por el artero asesinato de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo Orea, de su esposo Efrén Zopiyactle Tlaxcaltecatl, y de su chofer, quien los acompañaba.
Expreso mis más sentidas condolencias y solidaridad para las familias dolientes.
Este crimen no debe quedar impune. Se debe dar con los culpables materiales e intelectuales y esclarecer las causas de tan infame asesinato. Una línea de investigación muy importante que no debe dejarse de lado son las amenazas que recibió la alcaldesa desde su campaña por la presidencia municipal por un grupo político de la región. Al mismo tiempo, se debe dejar en claro el vínculo que puede tener este crimen con la ejecución de su tío y su asesor el 15 de diciembre de 2017.
En estos casos, como en otros, el Fiscal General del Estado de Veracruz, Jorge Winckler, debe explicar por qué no atendió, ni las amenazas a la alcaldesa, ni el asesinato de su tío y de su asesor.
A pesar de estos actos de barbarie contra la vida de tantos, el gobierno de Veracruz está haciendo un enorme esfuerzo por revertir la debacle en materia de inseguridad en que nos tenían metidos e instaurar la seguridad para todos los veracruzanos.
Hago votos para que estos esfuerzos pronto tengan resultados palpables y se instaure la paz que todos anhelamos.