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Después del vergonzoso y asqueroso fraude del 2006 que dio la "victoria" a Felipe Calderón, muchos de nosotros abrimos los ojos sobre la televisión mexicana y sus formas de dar las noticias.
Durante la campaña presidencial, veíamos miles de spots acusando a un rival político una y otra vez. Los spots eran interminables, así como las mentiras que repetían.
El mexicano común daba por cierto lo que repetían los noticieros; engañados por los medios masivos, muchos mexicanos empezaron a creer las mentiras: Que si ganaba Obrador México se vendría abajo, hablaron de devaluaciones, corrupción, deuda, en fin, nos bombardearon con millones y millones de noticias falsas que nadie daba crédito.
Después de ver la guerra mediática contra López Obrador, aún estábamos con la esperanza que nuestra voz sería escuchada, emocionados por pensar que vendría un cambio como país, acudimos a las urnas y votamos.
El 2 de julio la TV nos decía que todo iba transcurriendo de forma normal y llegó la noche…
La TV nos seguía repitiendo que todo había salido bien, que no hubo violencia, que millones votaron y lo mejor que Obrador iba a la cabeza de las preferencias electorales, pero al día siguiente todo cambió.
La realidad nos tocó a la puerta y las televisoras, los periódicos, la radio ya daban por ganador a Felipe Calderón. Muchos no lo podíamos creer, no entendíamos como un personaje tan gris, tan cobarde y mitómano había ganado la presidencia de la República. Al principio todo fue confuso y desconcertante. No había más información solo Televisa diciéndote que el quejarte es sinónimo de ser intransigente y de mal perdedor.
En el 2006 tener internet en casa era solo para algunos "privilegiados" con nuestra red súper lenta y computadoras que ahora se verían obsoletas. Poco a poco los jóvenes (de aquel tiempo) empezamos a reunirnos en un canal llamado radioAMLO con la finalidad de informarnos, quejarnos y entender de cómo fue que Obrador había “perdido”.
Al juntarnos a "chatear" y escuchar la información hecha por y para jóvenes igual que nosotros nos hizo “compas” y nos daba cierta tranquilidad de saber que no éramos los únicos inconformes contra el fraude.
Así fue como llegamos a RadioAMLO y descubrimos como movernos en las redes sociales e internet. No por algo dicen que los seguidores de Obrador somos los internautas más preparados de México.
Y se rompió el cerco mediático, ahora los grandes medios tuvieron que venir a nosotros, a nuestras redes e internet.
Aquí sus mentiras y calumnias no hacen tanto daño como en la televisión, los periódicos  y la radio. Aquí los que decidimos que ver y que creer somos nosotros.
¡Gracias RadioAMLO! Por abrir el camino hacia la información y demostrarnos que no estabamos solos luchando, sino faltaba encontrarnos.
@piromana696_

Reciban abrazos de cariño y solidaridad por sus primeros 11 años de romper el cerco informativo…!!! Muchos más…!!!

Quiero compartir esta noche con ustedes, algunas ideas particulares sobre la personalidad de Andrés Manuel López Obrador; no desde el punto de vista biográfico, pues existen infinidad de semblanzas que detallan los rasgos y trayectoria de uno de los personajes políticos más importantes en México en las últimas décadas.

Sus ideas y pensamiento también se encuentran suficientemente detallados en los libros que él mismo ha escrito para definir las características del Movimiento que encabeza; hay infinidad de comentarios al respecto, ya que su personalidad es atrayente y polémica, desde el punto de vista de sus adversarios políticos.

De eso precisamente quiero hablarles; por una parte ¿qué hace a Andrés Manuel un imán que convoca y atrae multitudes que lo siguen y apoyan incondicionalmente? Hay muchos factores que inciden en esta situación, pero creo la principal de todas ellas, es el carisma que posee y que gana de entrada la simpatía popular. Ese carisma tiene un origen: la forma sencilla y franca de López Obrador, para actuar y hablar con un lenguaje, unas maneras y una franqueza que son muy del pueblo mexicano. Para Andrés Manuel, sus preocupaciones políticas son las de cada uno de nosotros; siempre son el empleo, el salario, la seguridad social, la educación de nuestros hijos, los ejes de su discurso político; nunca lo escucharás referirse a la macroeconomía, a los indicadores económicos, a las variables financieras, tan del gusto de los políticos del PRIANRD. Ese discurso que dice nada y produce menos no es el de Andrés Manuel. Por eso le entendemos; habla con cada uno de nosotros y nos explica el porqué de nuestra actual situación y las medidas que deben adoptarse para salir de la crisis.
Y todo ese discurso se convierte en realidades cuando López Obrador gobierna; en la Capital del país, su Jefatura de Gobierno fue cien por ciento de vanguardia. Fue ahí donde se diseñaron programas como el Seguro Popular, Pensión Universal para Adultos Mayores, Becas a Estudiantes y Madres Solteras, creación de Escuelas y Universidades Públicas, etc. La gente que apoya a Andrés Manuel, lo hace porque sabe que se trata del único político que cumple y no solo promete, para conseguir el voto ciudadano.
Obligado por el ejemplo y trabajo de López Obrador en la Ciudad de México, el gobierno federal se vio forzado a implementar varios de estos programas de apoyo social en el resto del país, con lo que la visión transformadora del líder de Morena, se extiende a nivel nacional actualmente.
Esa es la llave que le abre a Andrés Manuel las puertas en cada rincón del país; es la razón de su imparable paso rumbo a las elecciones del 2018; no se trata del político que llega con promesas que después se negará a cumplir, ni del candidato que una vez en el gobierno, se enriquece ilícitamente y olvida el deber contraído con los ciudadanos. Eso lo sabe el pueblo y por eso lo sigue incondicionalmente.
Por otro lado, está la falsa imagen que el sistema neoliberal ha querido crear respecto a Andrés Manuel; lo califican de “enfermo de poder” – y lo dicen precisamente los partidos PRI y PAN que se niegan a permitir el cambio democrático-, negando los fraudes cotidianos que impiden que un gobierno nacido del pueblo y con visión de pueblo, salga triunfador conforme al deseo popular. Las comparaciones con líderes de otros países, no reflejan en nada la personalidad tan mexicana de López Obrador, quien no necesita tomar ejemplo de gobernantes extranjeros para ser el líder indiscutible de la izquierda mexicana.
Que tanto teme el régimen del PRIANRD a López Obrador, que en estos días, con la complicidad de un Instituto Nacional Electoral, servil y tan corrupto como los partidos políticos señalados, ha establecido lineamientos especiales, con la única intensión de que la voz de López Obrador, se escuche en adelante lo menos posible en Redes Sociales y Medios de Comunicación. La censura, la mordaza oficial, es el último recurso del sistema, para intentar suprimir la voz que habla por el pueblo. Es una posición desesperada, pero pocas alternativas tiene la derecha neoliberal, ante el aplastante crecimiento de Morena que lleva el mismo impulso ganador que su precandidato presidencial López Obrador.
Una figura pública ejemplar, sin mancha alguna en su trayectoria política, sin fortunas mal habidas que ocultar y con una visión nacionalista que se manifiesta en contra de la política entreguista del actual gobierno, es el enemigo a vencer para los integrantes de la mafia que conforman el PRIANRD y sus dizque independientes demócratas.
Andrés Manuel les dio ejemplo a estos políticos corruptos, de cómo se debe gobernar localmente, siendo Jefe de Gobierno. A partir del 2018, les enseñará cómo se comporta un verdadero Jefe de Estado que mira primeramente por los que menos tienen, para que desde ahí, desde la base social, iniciar el cambio verdadero del país, hacia una economía más sana que elimine rezagos, distribuya igualitariamente la riqueza y garantice el patrimonio nacional, en lugar de venderlo al mejor postor, tal y como lo han hecho en estos últimos años los gobiernos del PRI y del PAN.
Ese es el Andrés Manuel López Obrador del que quería hablarles hoy: un verdadero estadista, en toda la extensión de la palabra, un líder nacional que ha conjuntado a la sociedad mexicana para decir en las elecciones del 2018, no más PRI, no más PAN; no más corrupción e impunidad en México.

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