En los pasados cinco años el precio del litio ha aumentado a un promedio anual de 15 por ciento, y en los siguientes años será clave en el crecimiento de la industria automotriz, por lo que su explotación y control es crucial para los principales gobiernos del mundo.
En la región limítrofe entre Chihuahua y Sonora, afectada por la actividad del crimen organizado –ahí fue atacada la familia Lebarón–, está el corazón de un negocio nunca antes explotado en el país: el litio, mineral que está llamado a ser el petróleo del futuro. Justo en esa zona México tiene un megayacimiento en desarrollo, con el cual se convertirá en uno de los mayores productores del mundo.
Dicha oportunidad no ha pasado inadvertida para la empresa canadiense Bacanora Lithium y la china Ganfeng Lithium, las cuales se han instalado en el municipio de Bacadéhuachi, ubicado en la sierra alta de Sonora, con el objetivo de explorar un yacimiento que el grupo Mining Technology calificó como el mayor depósito de litio en desarrollo del mundo, el cual cuenta con reservas por 243 millones de toneladas.
Las reservas probadas y probables del yacimiento mexicano superan las 21 millones de toneladas del campo Uyuni en Bolivia; la diferencia, explicó Carlos Alberto Jiménez, investigador y especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, es que las del país sudamericano están certificadas, es decir, hay certeza de que existen, mientras las de México aún no lo están.
En el caso mexicano, la canadiense Bacanora ha comprobado la existencia de 4.5 millones de toneladas, por lo cual realizará una inversión de alrededor de 420 millones de dólares y se espera obtenga más de mil millones de dólares.
En el caso mexicano, las empresas Bacanora y la china Ganfeng han visto una gran oportunidad de negocio en un país donde la producción de litio es inexistente, toda vez que los últimos datos de la Secretaría de Economía revelan que en 2016 el país exportó tres kilogramos de este mineral, lo que representó apenas 658 dólares; en contraste, se importaron 219 mil kilogramos, equivalentes a 1.6 millones de dólares.
Actualmente en el país no se cuenta con ningún yacimiento de litio en explotación; no obstante, a la fecha se encuentran en etapa de exploración tres yacimientos que contienen este mineral en los estados de Baja California, San Luis Potosí-Zacatecas y Sonora, señala la dependencia en un documento de finales de 2018.
El mercado de litio en México está en nacimiento, al grado de que la Secretaría de Economía asegura que hay importantes oportunidades de inversión en esta industria, las cuales se ven sustentadas por varios factores, como por ejemplo, la cercanía con Estados Unidos, la salida natural al mercado del Pacífico, la posibilidad de establecer nuevas formas de asociación y complementar las inversiones nacionales con recursos externos.
De acuerdo con el catedrático, en los pasados cinco años el precio del litio ha aumentado a un promedio anual de 15 por ciento, y en los siguientes años será clave en el crecimiento de la industria automotriz, por lo que su explotación y control es crucial para los principales gobiernos del mundo.
Recientemente Bolivia se convirtió en el centro de atención de varias empresas y países interesados en el desarrollo de autos eléctricos, pues la nación sudamericana, donde un golpe de Estado derrocó al presidente Evo Morales, tiene una reserva de alrededor de 21 millones de toneladas de litio comprobadas, una de las más importantes del mundo.