El Presidente López Obrador acumula el 76 por ciento de apoyo en Nuevo León; 75 por ciento en Tamaulipas y Colima; 73 por ciento en Michoacán; 66 por ciento en Coahuila; 65 en Durango; 64 en Chihuahua; 60 en Jalisco y 57 en Aguascalientes, mientras que solo en Guanajuato se ubica debajo del 50 por ciento de aprobación, con 48 puntos.
A pesar de los constantes esfuerzos de la llamada Alianza Federalista por atacar y desprestigiar al gobierno federal, Morena mantiene su ventaja rumbo a las elecciones del próximo año y el presidente Andrés Manuel López Obrador continúa creciendo en las encuestas de aprobación.
Dicha alianza está integrada por 10 gobernadores de distintos partidos de la oposición: Martín Orozco Sandoval, gobernador de Aguascalientes desde 2016; José Rosas Aispuro, de Durango desde 2016; Diego Sinhue Rodríguez, de Guanajuato desde 2018; Javier Corral, de Chihuahua desde 2016; Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas desde 2016. Todos ellos del PAN.
También están los priistas: Miguel Riquelme, mandatario estatal de Coahuila desde 2017; y José Ignacio Peralta, de Colima desde 2016.
Los demás son: Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán por el PRD desde 2015; Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, de Nuevo León desde 2015; y Enrique Alfaro, que llegó al poder en Jalisco en 2018 con Movimiento Ciudadano.
Como puede verse, ocho de estos personajes consiguieron su cargo antes de la elección de 2018, es decir, antes de que iniciara funciones el actual gobierno de la Cuarta Transformación (4T); lo cual, ya de por sí, resulta interesante.
En este sentido, la mayoría de estos gobernadores habrían desempeñado una actitud totalmente sumisa ante el Ejecutivo federal durante el sexenio anterior, cuando Enrique Peña Nieto era presidente, pues ninguna de sus acciones —ni las antirreformas, ni Ayotzinapa, ni la “casa blanca”— mereció algún desplante, respuesta o alianza de parte de los hoy “federalistas”.
Cabe mencionar que, incluso, varios de ellos han sido señalados por Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), por haber recibido sobornos en 2013, cuando eran legisladores, para aprobar la reforma energética peñista.
De esta manera, la confrontación que ha emprendido la Alianza Federalista podría responder a fines electorales, con vistas al 2021, ya que sus entidades se pondrán a disposición de la voluntad popular y, evidentemente, los números no les favorecen.
Según la encuesta de El Financiero, publicada a principios de octubre, el 39 por ciento de los mexicanos está dispuesto a votar por Morena en 2021; seguido por el PAN, con 11 por ciento; y después por el PRI, con 10 por ciento. Esto, en cuanto a la elección de diputados federales.
Otro dato contundente es que el presidente López Obrador mantiene un 62 por ciento de aprobación, acorde con la misma encuesta.
Con respecto al desglose por entidad, otro estudio del mismo medio, publicado a mediados de septiembre, revela que el mandatario acumula el 76 por ciento de apoyo en Nuevo León; 75 por ciento en Tamaulipas y Colima; 73 por ciento en Michoacán; 66 por ciento en Coahuila; 65 en Durango; 64 en Chihuahua; 60 en Jalisco y 57 en Aguascalientes, mientras que solo en Guanajuato se ubica debajo del 50 por ciento de aprobación, con 48 puntos.
En cuanto a las gubernaturas, Morena tiene una contundente ventaja en Baja California, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Tlaxcala y Zacatecas, a decir de Carlos Campos, director de Massive Caller.
Sin embargo, no se descarta el triunfo morenista —aunque con mayor competencia— en estados como Nuevo León, Baja California Sur, Chihuahua, Campeche, San Luis Potosí, Sinaloa y Sonora.
“De las 15 entidades que tendrán elecciones de gobernador en 2021, siete están casi definidas a favor de Morena, en una de ellas el PAN tiene clara ventaja (Querétaro) y en las otras siete habrá una elevada competencia”, ha referido Campos.