La campaña “Nosotros Construimos el Muro” (“We Build the Wall”) organizada por el ultraderechista, Steve Bannon, resultó ser una estafa. En otras palabras, se transaron el billete. Encima, a cuatro años de Trump en la Casa Blanca, el muro sigue sin ser construido y los mexicanos siguen sin pagarlo. Qué va a decir Trump: voten por mí para un segundo término y “ahora sí” construiré el muro y, “ahora sí”, los mexicanos lo van a pagar.
Como mexicano yo le propondría al gobierno de Estados Unidos que México sí puede pagar el muro, solo con dos condiciones: 1. Que se legalice a los 11 millones de indocumentados. Y, 2. Que Estados Unidos le regrese a México el territorio robado. De otra forma, yo no conozco a ningún mexicano cuerdo que esté a favor de que México pague el cochino muro. Que por cierto no sirve para nada sino para ocasionar mucha muerte. Hasta el expresidente, Vicente Fox, que es un mexicano muy irracional se opone fervientemente al muro.
Por otra parte, reconozco que los antiinmigrantes son muy aguerridos y muy activos para promover sus teorías reaccionarias que consisten en echarle la culpa de todo a los inmigrantes, especialmente a los indocumentados, con particular enfoque en México y en los mexicanos. Un ejemplo de lo consistentes que son: hay una mujer ultraderechista, llamada Ann Coulter, que le dice a sus seguidores que “no tiene sentido discutir sobre cualquier otro tema, si perdemos en el tema de la inmigración, lo perdemos todo”.
Así de importante es el tema de la inmigración para la ultraderecha en los Estados Unidos. Y es que los antiinmigrantes tienen muchos miedos en sus adentros (no dudo de que muchos de ellos sí lo sienten genuinamente), entre ellos: el miedo de que la inmigración va a “destruir al país”, de que “la inmigración nos convertirá en un país de tercera”, miedo a que el país se llene de “violadores, asesinos y muchos otros tipos de criminales”, miedo a que se pierda la lengua inglesa como lengua oficial, miedo a que se destruya a la cultura estadounidense.
Movidos en cierta medida por sus miedos, los antiinmigrantes apoyan la idea de que hay que “deportar a todos” los inmigrantes, hombres, mujeres, niños y ancianos (y no te olvides de deportar también a los ‘dreamers’); construir el muro y que México lo pague; abrir muchos más centros de detención, quitar la ciudadanía a hijos de padres indocumentados…
En fin, la ultraderecha anhela regresar a la Norteamérica de antes, aquellos tiempos “nostálgicos” donde se podía brutalizar y asesinar a sangre fría a un afroamericano y no había indignación colectiva, ni protestas y mucho menos rebelión social. Aquellos “bellos” tiempos en los cuales se podía discriminar a las “minorías” de una manera mucho más fácil y cómoda. Aquella época en donde era permitido poner anuncios en los negocios, que decían: “sólo para blancos, no se tolera el español ni a los mexicanos”.
Ah, pero eso sí, a muchos de esos que se la pasan vilipendiando a los inmigrantes se les da el asistir a misa los domingos a darse golpes de pecho. ¡Vaya desfachatez!
Marco I. Dávila C. | maidaca85@gmail.com | Facebook: Ixtli Amoxtli | Instagram: @xmiraza | Twitter: @pormiraza1