Por Vladimir Parra Barragán.
“Hoy me propongo fundar un partido de sueños,
/ Talleres donde reparar alas de colibríes.” Silvio Rodríguez.
El día de ayer presenciamos el triunfo de una nueva manera de hacer política; la victoria de las bases de Morena. Nos llena de profunda alegría de que una compañera, la senadora Citlalí Hernández, mujer feminista, surgida desde las bases, que participó en movimiento Yosoy132; que brigadeó casa a casa; que defendió el voto del pueblo en una casilla; que está con las causas justas, con los movimientos sociales; que colaboró con las firmas del juicio a los ex presidentes; y que logró la unidad en torno a su candidatura; sea electa secretaria general de nuestro partido-movimiento gracias a la suma de voluntades y al activismo de compañeras y compañeros en todo el país que de manera auténtica fueron acompañando su candidatura.
Desde que Citlalli anunció su candidatura a la secretaría general, fue la única que pidió licencia de su cargo público, y se dispuso a hacer una campaña austera, colectiva, transparente, recorriendo el país desde abajo, a ras de piso, con el apoyo de la militancia y sin la necesidad de tener vínculos o alianzas con los grandes medios de comunicación ni recurrir a miles de pesos para posicionar su imagen.
Se evidenció que había dos visiones de partido: Los que le apostaron a las alianzas y pactos con personalidades de procedencia dudosa, a creer que Morena es una caja de puestos, cargos y candidaturas y que sólo buscan administrar el cambio; y quienes queremos profundizar los procesos de transformación, quienes creemos que Morena es una herramienta del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, un partido-movimiento que busca llevar a gente honesta a los espacios de toma de decisiones y acompañar la revolución de las conciencias del presidente.
Citlalli siempre puso por delante las ideas y la palabra, demostrando así que sí es posible hacer política de manera diferente frente a las pretenciones burocráticas, chambistas y tribales que carcomen a los demás partidos. Así lo hizo y así ganó con el apoyo de todos los que creemos que la cuarta transformación pasa porque luchemos todos los días y en todos los terrenos concienciando y organizando; quienes consideramos que el partido debe convertirse en fuerza organizada y poder popular que impulse los cambios con la gente, vinculándose con las luchas populares y demandas ciudadanas.
Por eso hoy inicia una nueva etapa. La cuarta transformación demanda un partido organizado, con principios claros y un liderazgo que promueva la unidad con los movimientos en un gran frente popular. Morena debe seguir siendo amplio, plural e incluyente, una organización de masas y de cuadros. Por eso Citlalli ha señalado que es urgente la reconciliación a través de la fraternidad, el debate de las ideas y la convivencia alegre de todos los militantes, porque somos parte de la misma lucha y del mismo proceso de transformación.
Eso mismo es lo que buscará Citlali: organizar, concientizar, luchar y construir poder popular. Por eso somos optimistas con su victoria, porque compartimos sueños, porque somos solidarios, y porque seguimos en lucha. Por que ambos creemos que es en las calles, en la comunidad, en el contacto directo con la gente donde la gente se conoce, organiza y adquiere conciencia con la revolución de las consciencias. Es ahí, donde los militantes se foguean y la organización se pone a prueba.
Tendrá el gran reto de consolidar y reorientar los comités de base a la lucha cotidiana en las colonias, en los pueblos, y en las grandes batallas nacionales; así como la construcción de la conciencia, organización y poder popular necesarios para defender el proceso de transformación y profundizarlo con la fuerza de la militancia. Estamos seguros que lo logrará porque Ctlalli respresenta esa fuerza. No cabe duda, Citlalli es la fuerza del cambio.