“Las mañaneras son un espacio de rendición de cuentas y diálogo abierto con la ciudadanía”.
Criticar y cuestionar al poder es sano para la vida democrática de un país; hacerlo a la ligera, sin argumentos y en representación de un grupo de interés, difundir noticias falsas y e intentar manipular la realidad, la pone en riesgo. Actualmente, la ciudadanía está más politizada que antes y por eso exige cada día mayor calidad en la información.
La ciudadanía ha descubierto quiénes le traicionan en nombre de la democracia, el periodismo o la imparcialidad cambiando de postura y engañando según su conveniencia.
Cuando una sociedad se interesa cada vez más en la cosa pública, *demanda que se respete su derecho a la información*, pues sabe que el abuso del poder y la concentración de éste en unos cuántos, se ha alimentado del silencio y la desinformación.
Eso también lo sabe Andrés Manuel López Obrador, por eso con absoluta transparencia, cada mañana informa a la ciudadanía sobre las decisiones que toma y genera un diálogo circular con medios y adversarios políticos. La oposición a la transformación también lo sabe, por eso *les molesta que el pueblo se informe y buscan a través de los resquicios del viejo régimen, censurar dicho espacio matutino*.
Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral, anunció que en los próximos días se discutirá la posibilidad de suspender la transmisión de las mañaneras debido a que en abril inician las campañas electorales. Su argumento es que dicho espacio es propaganda gubernamental, sin embargo, una se pregunta bajo qué criterios determina eso el INE y si su actuación es tendenciosa, pues si dicha contundencia y firmeza la hubiesen tenido en otros momentos de nuestra democracia, probablemente creeríamos que sus razones son legítimas.
¿Los consejeros del INE han pensado que *de suspender la mañanera estarían violentando el derecho a la información de millones de personas*? No les interesa lo que dice López Obrador, sino la cantidad de gente que le escucha y confía en él, porque no habíamos tenido hasta ahora un mandatario con tanta legitimidad y respaldo social.
Las mañaneras no son un espacio de propaganda gubernamental, son un espacio de rendición de cuentas y diálogo abierto con la ciudadanía.
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