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Poder popular. Escribe: @CitlaHM

Desde la primaria nos hablan de democracia, se nos explica que es el poder del pueblo.

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Conforme pasa el tiempo, una se va dando cuenta que la democracia es un discurso recurrente, pero una acción ausente. Soy de una generación que creció rodeada de adultos incrédulos de sus instituciones, que forjó su ciudadanía con el fantasma del fraude electoral de 1988 y, aunque esperanzados en lograr un gobierno al servicio del pueblo, tenían una certeza: el gobierno en turno no provocaba condiciones de igualdad ni de justicia ni garantía de derechos ni presente digno, mucho menos futuro .

La democracia era una ilusión que transitaba entre votar con la esperanza de que se respetara la voluntad popular, anular el voto para manifestar que ninguno en la boleta lo representaba, votar por el de siempre, votar por el que ofreció más dádivas o llamar a no votar y organizarse para marchar por el agravio del momento y volver a casa.

Después del 88 y el cínico fraude electoral, hubo otro momento de ilusión: “sacar al PRI de Los Pinos” para iniciar con el PAN un “cambio” que resultó ser una enorme farsa; de hecho, el mismo que había prometido sacar al PRI de Los Pinos, en años próximos, hizo todo lo posible por regresarlo.En 2006, la esperanza de la mayoría del pueblo resurgió y se canalizó en conquistar un gobierno diferente a lo ya experimentado, pero otro fraude electoral se impuso.

El líder de la oposición en ese momento, Andrés Manuel López Obrador, tomó la decisión cívica y canalizó esa indignación en acción y organización, en un acto de resistencia civil pacífica, en un plantón en la avenida Reforma de la CDMX y con el respaldo de miles de personas, exigió que se contará voto por voto y casilla por casilla, pero la cerrazón del entonces IFE fue lastimosa y la resistencia se mantuvo hasta tener el fallo final del TEPJF que ratificó el triunfo de Felipe Calderón.

En 2012 fueron las voces estudiantiles a través del #YoSoy132, quienes cuestionaron el regreso del PRI en rostro maquillado y convertido en producto del aparato mediático y vehículo de los intereses de la élite, de lo que el obradorismo llamó la mafia en el poder. Frente a nuestros ojos vimos la máxima expresión de la compra de votos y la imposición de un presidente a través del poder del dinero; un nuevo fraude electoral avalado por la mayoría de los consejeros electorales.

La autoridad electoral nuevamente le falló al pueblo.Después de tanto, el escenario no era muy prometedor.

Había ganas de decirle adiós a la esperanza. Hubo en el camino quienes se decepcionaron para siempre, quienes se resignaron, se llenaron de tristeza, rabia y resentimiento, pero también hubo muchas personas que resistieron, se organizaron y no dejaron de plantear y construir una alternativa.

En 2018 hubo una salida, el aprendizaje cívico que el pueblo en sus diversas expresiones había logrado para entonces, era alto. Esta vez no nos iban a hacer fraude electoral, en esta ocasión se volvía estratégico salir a las urnas y que la diferencia con el segundo lugar fuera indiscutible; esta vez el nivel de conciencia era mayor, el llamado a no vender el voto tenía más eco y la realidad había dado la razón a las miles de personas que a pesar del tiempo, denunciaron durante años a esa mafia en el poder.

Hoy, un gobierno diferente avanza a paso acelerado. Es innegable, ganar el gobierno no es tomar el poder, el golpe de realidad de que tomar decisiones para transformar el país implica ‘elegir entre inconvenientes’ y ello conlleva errores o contradicciones, está latente.

Hoy más que nunca el descaro de los representantes de la élite está en su máxima expresión y la batalla por la nación está abierta.

Hay dos proyectos: continuar con el neoliberalismo o seguir en transformación. Construir un mejor país implica fortalecer la democracia, o sea, el poder del pueblo y la participación ciudadana como un imperativo en la toma de decisiones.

Por eso, hemos sostenido que algunos consejeros no han estado a la altura del momento que se vive en el país.

Herramientas de participación como la consulta popular, la revocación de mandato, el referéndum son esenciales para lograr una auténtica democracia.

Regresar el poder al soberano, constituir el poder del pueblo y que el motor del futuro sea el poder popular es para mí de los objetivos más importantes de la Cuarta Transformación.

Aunque les duela a la derecha, sí estamos transformando y borrando su legado neoliberal: Cuitláhuac García

En el marco del festejo por el tercer año del inicio de la Cuarta Transformación y en el que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dará un mensaje , el gobernador Cuitlahuac García Jiménez destacó la gran legitimidad del actual gobierno, misma que este año con las elecciones intermedias se refrendó la confianza por parte de la sociedad mexicana.

En sus redes sociales, el Mandatario aprovechó para recordar que los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN dejaron un legado de 30 años de autoritarismo y exclusión social, sin embargo en los tres años del nuevo gobierno, México se está transformando.

Recordó que hoy por hoy, 17 estados del país son gobernados por MORENA, significando 58 millones 462 mil 853:, es decir el 48 por ciento de los mexicanos.

“Nuestros gobiernos provienen de un movimiento del pueblo organizado y consciente de que había que cambiar un régimen político y económico que durante más de 30 años provocó pobreza, injusticias y rezagos.

Se ganaron las elecciones en el 2018 con mucha legitimidad, en Veracruz la votación fue históricamente la más alta. Y en 2021, la gente volvió a reiterarnos su confianza sin comprar un solo voto. El Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la aceptación más alta de estos tres años. Tan solo estos hechos dan cuenta de que la labor ha sido en beneficio de la gente, es positiva y es innegable; aunque les duela a los de la derecha y sus partiditos, sí estamos transformando y borrando su legado neoliberal.

Y apenas vamos a la mitad del camino… ¡Viva el movimiento nacional de transformación!”.

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Que no vuelva la política del saqueo. Por @CitlaHM.

Uno de los males que ha aquejado a nuestro país durante décadas ha sido la política del saqueo.

Los gobiernos neoliberales delinearon instituciones, reglas de operación, métodos administrativos y discursos maquillados para institucionalizar el robo.

Si el fin de una persona que hace política es el dinero, los principios y la responsabilidad con sus representados no serán prioridad en la toma de decisiones, mucho menos el bien común y los intereses de la nación; peor aún, si el sistema político se va conformando por personas así, la constante será el robo y el engaño para mantenerse en el poder.

Más allá de ideologías, simpatías, filias, fobias o posturas partidistas, la ciudadanía mexicana debería aferrarse a que ningún político ni gobernante haga de la toma de decisiones, y la administración de nuestros impuestos, una gerencia de negocios.

Por el bien de nuestra nación, nuestro presente y futuro, jamás debemos permitir que de nuevo se instaure la estafa y el desfalco. Por eso el caso Odebrecht en México debe ser de vital atención para la ciudadanía y también es importante que la reforma eléctrica propuesta al Poder Legislativo por el presidente Andrés Manuel López Obrador tenga un profundo y serio debate.

No sólo de las voces que representan intereses de negocios, sino también de especialistas, voces en defensa de la soberanía, usuarios de la energía eléctrica, así como provocar una reflexión sobre el futuro, las energías limpias, la inevitable transición energética; sobre el litio, su importancia y la necesidad de desarrollar una industria alrededor del “petróleo del futuro”.

¿Qué tienen que ver la corrupción política, la energía y el caso Odebrecht? Mucho, porque la historia de las privatizaciones en México está ligada al negocio de unos cuantos y en los últimos años el sector energético ha sido utilizado para ello.

La lógica del neoliberalismo a la mexicana, entre otras cosas, se basa en chatarrizar las industrias del Estado para justificar la intervención del capital privado y hacer un negocio redondo: el financiamiento público, pero el riesgo y las pérdidas también; además, el Poder Legislativo algunas veces ha hecho leyes a modo.

En 2015, cuando detuvieron a Marcelo Odebrecht, presidente de una gran empresa que articulaba otras empresas dedicadas, entre otras cosas, a la construcción, la infraestructura, el sector inmobiliario, petroquímica y el transporte, se abrió una caja de Pandora con nombres de funcionarios y políticos de todo el continente y otras partes del mundo, mismos que habían recibido sobornos de la empresa para favorecerla con contratos de obra pública.

En los demás países, la noticia fue escandalosa, funcionarios fueron a la cárcel e incluso un expresidente se suicidó; en México, los principales medios de comunicación callaron, la PGR clasificó el caso y la impunidad predominó con el silencio cómplice de voces públicas y el poder presidencial.

En el caso mexicano se habla de 10 millones 500 mil dólares de sobornos otorgados por parte de la empresa a diversos funcionarios. Pemex, entonces dirigido por Emilio Lozoya, otorgó decenas de contratos a sobrecosto a la empresa brasileña. Fue detenido en España el año pasado (2020) y extraditado entonces a nuestro país, ahora colabora con la FGR para avanzar en la investigación y un juez ha decidido mantenerlo en el Reclusorio Norte con prisión preventiva.

El mencionado ha dado nombres de otros funcionarios implicados, entre ellos los expresidentes Peña Nieto y Felipe Calderón, el excandidato presidencial Ricardo Anaya, quien, tras ser citado por la Fiscalía, ha salido del país, el exsenador panista Jorge Lavalle, en prisión preventiva, entre otros.

Según la declaración de Lozoya, Odebrecht también habría otrorgado dinero para financiar campañas electorales del PRI y para garantizar el voto de legisladores a favor de la reforma energética propuesta en el mal llamado Pacto por México, por lo que también podría estar implicado el exsecretario de Hacienda Luis Videgaray.

¿La sociedad mexicana debe olvidar este caso y perdonar a quienes han utilizado el poder para hacer negocios? ¿No es indignante que usando la mentira y el discurso del miedo intenten volver al poder cuando deberían pedir disculpas, presentarse ante la justicia y no volver nunca más a la vida pública?

FORO: “LA IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LA REFORMA ELÉCTRICA”

Con la Reforma Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se propone modicar los artículos 25º, 27º y 28º de la Constitución Mexicana, con lo cual se contempla recuperar la soberanía nacional de los hidrocarburos y el litio, además de fomentar que las grandes empresas paguen lo que les corresponde, terminar con los abusos de altos cobros a las familias mexicanas y cuidar recursos naturales de nuestros país.

Acompañanos a este Foro el día Lunes 18 de Octubre a las 20:00hrs, para conocer a profundidad sobre las implicaciones sociales, económicas y ecológicas de esta Reforma. Nos acompañan:

🔘 Citlalli Hernández, Senadora en licencia y Secretaria General de Morena

🔘 Héctor Valadez, militante de la CSR e integrante de la CONUR

🔘 Manuel Rodríguez Gonzales, Diputado Federal. Presidente de la Comisión de Energía

🔘 Vanesa del Castillo, Diputada Federal e Integrante de la Comisión de Energía

🔘 David Peña, Maestro en Derechos Humanos y Asesor Legal de la Red de Resistencias

🔘 Angel Balderas Puga, Profesor de la Faculta de Ingieneria de la UAQ

#LaReformaEléctricaVa

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