A propósito del aniversario número 30 de la fundación del “partido del sol azteca” quien yace ya al borde de la desaparición y extinción, Álvaro Delgado escribe en la Revista Proceso un detallado texto de las circunstancias que propiciaron la renuncia de AMLO a dicho partido político.
Tomado de Proceso:
A finales de julio de 2012, en medio de las protestas por el fraude electoral, hubo una reunión en las oficinas de la Fundación Equidad y Progreso, presidida por Marcelo Ebrard, a la que asistieron, entre otros, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Manuel Camacho Solís, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. El motivo era impulsar un documento en el que el PRD –que este domingo 5 cumple 30 años– se decía dispuesto reconocer los resultados del TEPJF. López Obrador se negó a avalarlo y dos meses después rompió definitivamente con los perredistas. Luego vinieron el Pacto por México y la fractura de las izquierdas.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La ruptura definitiva de Andrés Manuel López Obrador con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que el domingo 5 de mayo llega moribundo a su 30 aniversario, fue un documento concebido por dirigentes de Nueva Izquierda que proponían reconocer el triunfo de Enrique Peña Nieto, convertir a los partidos de izquierda, “empezando por Morena”, en la principal fuerza de oposición e impulsar una agenda de reformas que dieron origen al Pacto por México.
El documento denominado “Reconciliación de México: Legalidad, mandato popular y bases para un acuerdo nacional”, que ahora Procesorevela, fue elaborado por Jesús Ortega y Jesús Zambrano, dirigentes de Nueva Izquierda del PRD, así como por Manuel Camacho Solís. Su contenido se expuso en una comida a la que asistieron, además de ellos, López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente.
La comida, que terminó de mala manera, se celebró a finales de julio de 2012 en las oficinas de la Fundación Equidad y Progreso, presidida por Ebrard, en medio de las protestas de fraude electoral de López Obrador contra Peña y cuando aún estaba pendiente la calificación de la elección presidencial por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
“Acataremos la decisión del Tribunal, pero exigiremos que su decisión y las de las demás instancias sean apegadas a la ley y transparentes”, enunciaba el primero de los 10 puntos del documento, en el que se exigía al TEPJF no repetir su conducta en la elección de 2006, con Felipe Calderón, cuando “se sostuvo que hubo violaciones a la Constitución y a la ley, pero éstas no tuvieron ninguna consecuencia”.
En el punto 10 del documento, titulado “Relación con el gobierno y alianzas”, que daba por hecho el triunfo de Peña Nieto, el planteamiento era que los gobiernos perredistas y los grupos parlamentarios de los partidos de la coalición que postularon a López Obrador actuaran de manera unitaria ante el próximo gobierno.
“Seremos una fuerza que siga avanzando con los buenos resultados de sus gobiernos y que se abrirá a los ciudadanos para impulsar las reformas más importantes y la modernizacion de sus propios partidos”, subrayaba.
(Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2218, ya en circulación)