Advierte la FGR de Puebla que el exgobernador Mario Marín sí es un prófugo de la justicia

El delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) del estado de Puebla, Julio César Ulises Chávez Ramos, consideró que el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, puede considerarse como prófugo de la justicia.

Entrevistado por el medio La Jornada de Oriente al finalizar  un acto que tuvo de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade), el funcionario aseguró que hasta el momento las oficinas centrales de la FGR no ha solicitado colaboración de la delegación poblana para capturar al exgobernador Mario Marín, a quién también le han llamado “góber precioso”.

No obstante, a pregunta expresa acerca de si Marín puede catalogar como un prófugo de la justicia, el delegado de la FGR en Puebla aseveró que “por la normativa procesal” esa es la categoría que en estos momentos tiene Mario Marín.

–¿Se le considerararía en este sentido al exgobernador, prófugo de la justicia? –cuestionó el medio al delegado.

–En términos de la normatividad y la legislación, no conozco a detalle el expediente, pero así lo cataloga la normatividad procesal correspondiente” –respondió Chávez Ramos.

El pasado 11 de abril se dio a conocer que hay órdenes de aprehensión contra el exgobernador poblano, y de quien fue director de la Policía Judicial, Adolfo Karam Beltrán, y un agente de esa corporación por la tortura que perpetraron a la periodista Lydia Cacho Ribeiro en diciembre de 2005.

Cabe mencionar que el 10 de enero, el Estado mexicano pidió disculpas a la periodista Lydia, autora de Los Demonios del Edén: el Poder que Protege la Pornografía Infantil, por los abusos que le perpetraron instituciones y funcionarios de diferentes poderes y órdenes de gobierno.

En ese marco, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población del gobierno que preside el izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, manifestó que explicó que la Organización de Naciones Unidas “determinó que el Estado mexicano debe proporcionar a la periodista un recurso efectivo y una compensación adecuada, así como llevar a cabo una investigación imparcial, pronta y exhaustiva sobre los hechos denunciados”.

En su discurso Lydia Cacho Ribeiro exigió castigo a los autores intelectuales y materiales de sus agravios y, posteriormente, en una entrevista improvisada, manifestó en concreto que Mario Marín Torres debe ser investigado y juzgado.

Con información de: La Jornada de Oriente

Van por “El Gober Precioso”, Ordenan detener al priísta y exgobernador de Puebla Mario Marín también al empresario Kamel Nacif

Giran órdenes de aprehensión contra el ex gobernador de Puebla Mario Marín y el empresario Kamel Nacif, por la tortura a la periodista Lydia Cacho en el año 2005

Por presuntos actos de tortura cometidos en 2005 en contra de la periodista Lydia Cacho se ordenó la detención del exgobernador de Puebla, Mario Marín y del empresario Kamel Nacif

Una magistrada federal ordenó la aprehensión del exgobernador de Puebla, Mario Marín y del empresario Kamel Nacif, entre otros por presuntos actos de tortura cometidos en 2005 contra la periodista Lydia Cacho.

Junto a ellos también se giró orden de aprehensión contra el exdirector de la Policía Judicial, Hugo Adolfo Karam Beltrán, y el excomandante Juan Sánchez Moreno, por su presunta participación en la tortura contra la periodista.

La titular del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito la revirtió la determinación de un juez federal de Quintana Roo que el 27 de noviembre pasado había rechazado conceder la aprehensión dentro la casusa penal 26/2018.

“Se libra la aprehensión contra Juan Sánchez Moreno, Hugo Adolfo Karma Beltrán, Mario Plutarco Marín Torres y José Kamek Nacif Borge por su probable responsabilidad en el delito de tortura”, señala el resolutivo.

 

Directiva del FMI no reconoce a Juan Guaidó. Revés a EEUU.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó este sábado que dentro del comité ejecutivo de la organización financiera no existe una mayoría para reconocer al diputado venezolano Juan Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela, cargo con el que se autoproclamó en enero de este año.
Pese a la persuasión de EE.UU., a través de conversaciones de Steven Mnuchin con altos mandos del FMI, no hubo mayoría para reconocer a Juan Guaidó
Esto representa un nuevo revés para las intenciones injerencistas de Estados Unidos (EE.UU.) contra el pueblo de Venezuela, ya que el secretario estadounidense del Tesoro, StevenMnuchin, se había comunicado personalmente con los altos mandos del FMI para conminarlos a reconocer al diputado venezolano, según él mismo señaló ese sábado

El FMI -con sede en Washington, capital estadounidense- es uno de los instrumentos que la administración de Donald Trump utiliza para agredir a la economía venezolana con el objetivo de desestabilizar su sociedad y afectar a su pueblo. Así se ratificó este jueves 11, cuando el organismo suspendió el acceso del Gobierno de Venezuela a 400 millones de dólares delos derechos especiales de giro (DEG).

Un día antes, el miércoles 10 de abril, el embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, denunció que EE.UU. pretende endeudar al país suramericanao ante el FMI.

“Ya anunciaron un plan para endeudar a Venezuela por más de 70 mil millones de dólares, ya lo tienen anunciado con el Fondo Monetario Internacional”, alertó Moncada

¿Por qué tienen tanto miedo de Lula libre?

(Carta desde prisión)

Hace un año que estoy preso injustamente, acusado y condenado por un crimen que nunca existió. Cada día que pasé aquí hizo aumentar mi indignación, pero mantengo la fe en un juicio justo en que la verdad va a prevalecer. Puedo dormir con la conciencia tranquila de mi inocencia. Dudo que tengan sueño leve los que me condenaron en una farsa judicial.

Lo que más me angustia, sin embargo, es lo que pasa con Brasil y el sufrimiento de nuestro pueblo. Para imponer un juicio de excepción, rompieron los límites de la ley y de la Constitución, debilitando la democracia. Los derechos del pueblo y de la ciudadanía han sido revocados, mientras imponen el recorte de los salarios, la precarización del empleo y el alza del costo de vida. Entregamos la soberanía nacional, nuestras riquezas, nuestras empresas y hasta nuestro territorio para satisfacer intereses extranjeros.

Hoy, está claro que mi condena fue parte de un movimiento político a partir de la reelección de la presidenta Dilma Rousseff en 2014. Derrotada en las urnas por cuarta vez consecutiva, la oposición eligió el camino del golpe para volver al poder, retomando el vicio autoritario de las clases dominantes brasileñas.

El golpe del impeachment sin crimen de responsabilidad fue contra el modelo de desarrollo con inclusión social que el país venía construyendo desde 2003. En 12 años, creamos 20 millones de empleos, sacamos a 32 millones de personas de la miseria, multiplicamos el PIB por cinco. Abrimos la universidad para millones de excluidos. Vencimos el hambre.

Aquel modelo era y es intolerable para una capa privilegiada y preconcebida de la sociedad. Ha herido poderosos intereses económicos fuera del país. Mientras el Pre-sal despertó la codicia de las petroleras extranjeras, empresas brasileñas pasaron a disputar mercados con exportadores tradicionales de otros países.

El impeachment vino para traer de vuelta el neoliberalismo, en versión aún más radical. Para ello, sabotearon los esfuerzos del gobierno de Rousseff para enfrentar la crisis económica y corregir sus propios errores. Se hundió el país en un colapso fiscal y en una recesión que aún perdura. Prometieron que bastaba con sacar al PT del gobierno para que los problemas del país se acabaran.

El pueblo pronto percibió que había sido engañado. El desempleo aumentó, los programas sociales fueron vaciados, escuelas y hospitales perdieron dinero. Una política suicida implantada por Petrobras hizo el precio del gas de cocina prohibitivo para los pobres y llevó a la paralización de los camioneros. Quieren acabar con la jubilación de los ancianos y de los trabajadores rurales.

En las caravanas por el país, vi en los ojos de nuestra gente la esperanza y el deseo de retomar aquel modelo que empezó a corregir las desigualdades y dio oportunidades a quienes nunca las tuvieron. Ya a principios de 2018 las encuestas señalaban que yo vencería las elecciones en primera vuelta.

Era necesario impedir mi candidatura a toda costa. La Lava Jato, que fue telón de fondo en el golpe del impeachment, atropelló plazos y prerrogativas de la defensa para condenarme antes de las elecciones. Habían grabado ilegalmente mis conversaciones, los teléfonos de mis abogados y hasta el de la presidenta de la República. He sido objeto de una conducción coercitiva ilegal, verdadero secuestro. Me volcaron mi casa, voltearon mi colchón, tomaron celulares y hasta tablets de mis nietos.

Nada han encontrado para incriminarme: ni conversaciones de bandidos, ni maletas de dinero, ni cuentas en el exterior. A pesar de todo, fui condenado en un plazo récord, por Sergio Moro y el TRF-4, por “actos indeterminados” sin que encontraran ninguna conexión entre el apartamento que nunca fue mío y supuestos desvíos de Petrobras. El Supremo me negó una justa petición de habeas corpus, bajo presión de los medios, del mercado y hasta de las Fuerzas Armadas, como confirmó recientemente Jair Bolsonaro, el mayor beneficiario de aquella persecución.

Mi candidatura fue prohibida contrariando la ley electoral, la jurisprudencia y una determinación del Comité de Derechos Humanos de la ONU para garantizar mis derechos políticos. Y, aún así, nuestro candidato Fernando Haddad tuvo expresivas votaciones y sólo fue derrotado por la industria de mentiras de Bolsonaro en las redes sociales, financiada por una caja 2 hasta con dinero extranjero, según la prensa.

Los más renombrados juristas de Brasil y de otros países consideran absurda mi condena y apuntan a la parcialidad de Sergio Moro, confirmada en la práctica cuando aceptó ser ministro de Justicia del presidente que él ayudó a elegir con mi condena. Todo lo que quiero es que apunte una prueba siquiera contra mí.

¿Por qué tienen tanto miedo de Lula libre, si ya alcanzaron el objetivo que era impedir mi elección, si no hay nada que sostenga esa prisión? En realidad, lo que temen es a la organización del pueblo que se identifica con nuestro proyecto de país. Temen tener que reconocer las arbitrariedades que cometieron para elegir a un presidente incapaz y que nos llena de vergüenza.

 

Ellos saben que mi liberación es parte importante de la reanudación de la democracia en Brasil. Pero son incapaces de convivir con el proceso democrático.

Luiz Inacio Lula da Silva

Ex presidente de la República (2003-2010)

publicado originalmente en #Cubadebate