LÓPEZ OBRADOR VS. JOSE CARDENAS

Vivimos actualmente en México, tiempos de cambios inopinados en muchos aspectos de la vida nacional.

Que exista un partido político como Morena, en el que el ciudadano de a pie, el votante, se siente plenamente identificado y seguro de que el proyecto de nación que abandera Andrés Manuel López Obrador responde a los deseos y necesidades de todo mexicano, es realmente algo novedoso. Poco a poco ha permeado en la sociedad la convicción de que Morena es algo diferente, una propuesta enteramente distinta a lo que nos tenían acostumbrados los partidos tradicionales.

 

Hay otros cambios, derivados del anterior, que poco a poco vamos asimilando; la idea de que no existen varias izquierdas en el país, es una  de ellas; el PRD no tiene oferta política para el beneficio de las mayorías actualmente. Es por eso que Andrés Manuel fija su postura de forma terminante con éste partido, señalando que, para cualquier alianza presente o futura, debe en PRD demostrar que está del lado de los que menos tienen, declinando su candidatura en el Estado de México, en favor de la maestra Delfina Gómez, tal y como lo está haciendo el PT.

 

Como es imposible que este partidos acepte esta condición, pues tiene intereses políticos y económicos que lo obligan a no romper lazos en forma definitiva con el PRI y el PAN, queda claro que en el panorama político de México, la única opción de izquierda, se llama Morena y esto es también novedoso y sano, pues se deja sin careta a las etiquetas políticas oportunistas que han medrado durante años, haciéndose pasar por socialistas.

 

El día jueves 25 de mayo, presenciamos otro inicio de cambio que propicia Morena  por conducto de López Obrador; inicialmente es una participación en el programa de Carmen Aristegui, en el que la periodista insiste en el caso de los videos de Eva Cadena y a una broma de Andrés Manuel que dice que la mafia en el poder está ofreciendo muy poco para que se corrompa, Aristegui revira con muy “mala leche”, que con cuánto si aceptaría el ofrecimiento del PRIAN. Andrés Manuel amablemente da por terminada la entrevista y ahí queda el asunto.

 

Más tarde, en el programa de José Cárdenas, el problema fue similar, aunque el resultado subió de tono. Cárdenas insistía con el tema de los videos de Eva Cadena y terminó acusando a Morena de pactar con Elba Esther Gordillo el apoyo de los maestros en el Estado de México: la respuesta de Andrés Manuel fue el solicitarle a José Cárdenas que hiciera un periodismo más profesional e independiente, similar al que los buenos periodistas de otro tiempo ejercieron, libre de compromisos y consignas.

 

Como esto molestó bastante a José Cárdenas, el comunicador dio por terminada la entrevista y cortó la llamada telefónica en forma abrupta.

 

¿Qué presenciamos en realidad?

 

A mi manera de ver, una forma diferente de encarar a los medios de comunicación y a sus periodistas profesionales; un pintar la línea de lo que es el respeto a una profesión que ha dado personajes con un perfil intachable y  aquellos que no pasan de ser “chayoteros” y que aparte, se molestan cuando alguien se los dice cara a cara.

 

Carmen Aristegui contaba con un prestigio nacional, que se ganó merecidamente por sus reportajes de investigación, donde dio cuenta de la corrupción e impunidad del sistema político mexicano. Hoy lo dilapida lastimosamente, al defender intereses de grupos político-económicos del país y del extranjero.

 

De Cárdenas no hay mucho que decir; pertenece al grupo de los Gómez Leyva, Loret de Mola, López Dóriga, Carlos Marín, Beltrán del Río, Pablo Hiriart, etc., que realizan un periodismo político, basado principalmente en los boletines oficiales de la Secretaría de Gobernación. Son aliados oficiosos del sistema y su trabajo consiste en repetir consignas y desprestigiar a todo aquel que atenta contra los intereses de la Mafia del Poder.

 

¿Merecen respeto estos personajes? ¿Es impropio políticamente pedirles profesionalismo en el desarrollo de su actividad periodística? ¿Es más recomendable guardar silencio y permitir que las cosas continúen tal y como están?

 

Yo creo que Andrés Manuel piensa que NO y éste es otro de los grandes cambios que se producen por la intervención del dirigente de Morena. El periodismo estaba considerado hasta hace poco  el “Cuarto Poder”; las Redes Sociales le han quitado este sitio y hoy es solamente una voz más, en el amplio espectro de la comunicación a nivel mundial. Los periodistas no son ya la clase intocable que dice verdades a medias, o mentiras disfrazadas de verdad; hay un gran avance democrático en un país, cuando un dirigente del nivel de López Obrador comienza a hablarle a todos por su nombre y a cuestionar el trabajo de cada uno, cuando éste no es limpio ni profesional.

 

Esto tiene que ver en buena medida con los tres principios básicos de todo militante de Morena: No Mentir, No Robar, No Traicionar. Si Morena se exige a si mismo estas tres normas de conducta en su vida interna ¿por qué no exigir lo mismo a un periodismo que se ha distinguido por ejercer todo lo contrario?, mentir, chayotear y traicionar la confianza de sus audiencias.

 

Creo que lo de Andrés Manuel en la entrevista con José Cárdenas, no fue una respuesta de momento. Es la visión de un Estadista que comienza a replantear el quehacer nacional, en base a reglas sanas que rompen con el México corrupto al que nos tenían acostumbrados a ver como algo natural. Y nada puede ser menos natural que unos medios de comunicación que desvirtúan la realidad del país.

 

Bien por López Obrador y bien por Morena. El cambio verdadero también es esto y en 2017 y 2018, vamos por el cambio. Morena Va y va bien.

VIOLENCIA ELECTORAL

Los hechos ocurridos el pasado sábado, en la Colonia Cofradía 3, de Cuautitlán Izcali, Estado de México, no dejan de ser preocupantes.

 

Entre doce y media y una de la tarde, un grupo de brigadistas del partido político Morena, fue agredido físicamente, por una docena o más de presuntos simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional. La gente de Morena explicaba en todo momento que no estaban haciendo nada indebido y que solo se trataba de acciones de difusión sobre la oferta política que Morena, hace a la comunidad de esa zona.

 

No importaron razones; sin escuchar lo que se les explicaba, varios hombres agredieron a golpes y patadas a los brigadistas; incluso una persona que cayó al suelo, fue pateada  cobardemente.

 

Este comportamiento del priismo es preocupante, al acercarse la fecha de las elecciones estatales en el Estado de México. ¿Estamos viendo el inicio de una nueva estrategia del Partido tricolor, que al ver reducidas día a día sus expectativas de triunfo en el Estado, recurre a los actos de violencia, para impedir la presencia de quienes les compiten y ganan el voto?

 

¿Qué hace las autoridades electorales al respecto? Se sabe que ya se presentó la queja correspondiente por esta acción delictiva, generada por estos priistas y sería sano que el Instituto Electoral del Estado de México, iniciara la averiguación de rigor, para fincar las responsabilidades correspondientes.

 

De otro modo, ¿qué nos espera el 4 de junio? ¿Violencia generalizada para impedir la instalación de ciertas casillas, en lugares donde el PRI sabe que la lleva perdida? ¿Robo de urnas? ¿Acoso a votantes de otros Partidos?

 

A quince días de finalizar las campañas políticas en el Estado, pareciera ser que el PRI optó por cambiar a sus brigadistas tradicionales, por los temibles grupos de Acción Directa.

 

Sabemos que el brazo golpeador del PRI, “Antorcha Campesina”, se especializa en ese tipo de trabajos: intimidación, provocación, agresiones inmotivadas, etc.

 

Nadie desearía ver el día de las elecciones, piquetes de provocadores enfrentar a una sociedad mexiquense que quiere salir a votar tranquila y sanamente, para terminar de una vez por todas con el cacicazgo del PRI en el Estado.  Aparte del PRI, nadie estaría interesado en que esa jornada, se manche con sangre y violencia.

 

Es por ello que hoy, resulta indispensable que las autoridades electorales se manifiesten claramente al respecto. La violencia no es el camino al triunfo y si el PRI ya no es capaz de convencer a la ciudadanía con su propuesta política, que acepte sanamente el resultado en las urnas, sin pretender modificar el sentir de los mexiquenses, con acciones fraudulentas y cobardes, que ponen en riesgo la salud e integridad sociales.

 

En una reciente entrevista Andrés Manuel López Obrador respondió así a una pregunta de Ciro Gómez Leyva, sobre la violencia en Venezuela: “Un dirigente puede poner su vida en peligro siempre que lo crea necesario; pero no tiene el derecho de poner en peligro la vida de los ciudadanos, bajo ninguna circunstancia”

 

Esperemos que el PRI entienda esto y no pretenda alcanzar un triunfo ilegítimo y fraudulento, por el cual tendrían que pagar los ciudadanos mexiquenses con su sangre y su dolor..

 

Es hora de reflexionar y competir con honestidad valiente. Ese es el camino.