Presidente Joseph Biden,
Primer Ministro Justin Trudeau,
Amigas, amigos,
No cabe duda que la firma y la ratificación del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá ha sido una acertada decisión en bien de nuestros pueblos y naciones.
La integración económica, con respeto a nuestras soberanías, es el mejor instrumento para hacer frente a la competencia derivada del crecimiento de otras regiones del mundo, en particular, la expansión productiva y comercial de China. No olvidemos que mientras Canadá, Estados Unidos y México representamos el 13 por ciento del mercado mundial; China domina el 14.4 por ciento. Y este desnivel viene de hace apenas 30 años, pues en 1990, la participación de China era de 1.7 por ciento y la de América del Norte del 16 por ciento.
De mantenerse la tendencia de la última década, en otros 30 años, para el 2051, China tendría el dominio del 42 por ciento del mercado mundial y nosotros, Estados Unidos, México y Canadá nos quedaríamos con el 12 por ciento; lo cual, además de ser una desproporción inaceptable en el terreno económico, mantendría viva la tentación de apostar a resolver esta disparidad con el uso de la fuerza, lo cual nos pondría en peligro a todos. Por eso, lo mejor, lo más conveniente, es fortalecer nuestras economías, fortalecernos comercialmente en América del Norte y en todo el continente.
Las ventajas son muchas; entre otras, contamos con fuerza de trabajo joven y creativa, con desarrollo tecnológico y con una gran riqueza de recursos naturales; la distancias entre nuestros países nos permiten ahorrar en transporte y existe suficiente demanda en nuestros mercados. El consumo per cápita de América es de 18 mil 100 dólares anuales, mientras que en Asia es de 4 mil 400 dólares.
Sin embargo, en la actualidad un consumidor en nuestra región tiene que ponerse en lista de espera para adquirir un electrodoméstico o un automóvil, porque no hay semiconductores, “chips” o porque aumentó el precio del transporte marítimo; cuando el problema de fondo es que no estamos produciendo lo suficiente y estamos obligados a importar mercancías de otros países.
Es una paradoja que haya tanto circulante en América del Norte y los puertos del Pacífico estén saturados de mercancías procedentes de Asia. Agréguese el impacto inflacionario que eso acarrea. ¿Por qué no podemos producir en América del Norte lo que consumimos? Claro que sí. Es asunto de definición y de estrategia económica regional.
Desde luego esto pasa por planear conjuntamente nuestro desarrollo y por impulsar un programa de inversión productiva en América del Norte para la sustitución de importaciones.
Deben definirse de manera conjunta objetivos muy precisos y hacer a un lado mitos y prejuicios. Por ejemplo, dejar de rechazar a migrantes, cuando para crecer se necesita de fuerza de trabajo que, en realidad, no se tiene con suficiencia ni en Estados Unidos ni en Canadá. ¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio?
En fin, el tratado comercial es un valioso instrumento para consolidar nuestros procesos productivos, aprovechando el gran potencial que representa el mercado interno, el cual nos permitirá desarrollarnos como ninguna otra región en el mundo, en beneficio de nuestros pueblos y naciones.
Presidente Biden,
Ningún mandatario en la historia de Estados Unidos ha manifestado, como usted, un compromiso tan claro e inequívoco para mejorar la situación de los migrantes y le expreso, por ello, mi reconocimiento. Me refiero particularmente a su promesa de regularizar la situación migratoria de 11 millones de personas que viven y trabajan honradamente en esta gran nación.
Deseo que usted cuente con el apoyo del Congreso y de los legisladores, tanto del Partido Demócrata como del Partido Republicano. Los mexicanos estaremos atentos, y en su momento, nos pronunciaremos con respeto y franqueza, y también sabremos corresponder con gratitud y amistad.
Presidente Biden; primer ministro Trudeau:
Seguramente coincidimos que nos tocó vivir tiempos interesantes, de adversidad y desafíos, pero es así como emerge la creatividad y la pasión para transformar y hacer historia.
Enhorabuena. Muchas gracias.
Washigton D.C. 18 noviembre 2021