Andrés Manuel López Obrador ha anunciado planes ambiciosos para aumentar la generación de energías renovables tanto en proyectos de gran escala —como presas hidroeléctricas— como en pequeños sistemas de energía descentralizados —como azoteas solares en casas habitación y empresas— en un intento por reducir las importaciones de gas natural de Estados Unidos.
El presidente electo prometió incentivar, mediante estímulos tributarios y acceso a créditos, a las industrias locales para que fabriquen partes para plantas de energías renovables. Además, al término de su gobierno, quiere ver en las calles mexicanas 100 000 autos eléctricos que funcionen con energía solar. A lo largo de su presidencia, estas propuestas reducirán las emisiones de México un 6,8 por ciento anual.
Estas son áreas acertadas en las cuales se debe centrar México para acelerar su transición a un consumo de energía con menores índices de emisiones de carbono, pues es uno de los quince países que más generan este tipo de emisiones. Con las políticas adecuadas, el presidente electo podría convertir a México en el líder del hemisferio occidental en desarrollo sostenible, una oportunidad que rechazó su vecino del norte cuando abandonó el Acuerdo de París.
AMLO podría convertir a México en uno de los líderes mundiales de la energías limpias, opinan @lviscidi y Nate Graham. https://t.co/s1koHBzegq
— NYTimes en Español (@nytimeses) July 23, 2018
La noche de las elecciones, ante un Zócalo repleto, López Obrador confesó su deseo de “pasar a la historia como un buen presidente de México”. Si logra transformar la matriz energética de México, es muy probable que también sea recordado por darle al mundo un ejemplo de transición a las energías limpias.
Opinión de
yFuente: New York Times